A mirar, escuchar
y sentir
Hola¡¡¡
espero que estés muy bien. En la actividad que te voy a proponer tendrás que
salir afuera de tu casa para poner en acción todos tus sentidos.
Observar,
escuchar y sentir para poder escribir.
Está
actividad implica hacer silencio y concentrarte, para registrar tus
pensamientos, lo que sentís
¿Qué ves hoy cuando salís?
¿Qué sonidos escuchás?
¿Qué sentís?
Podés escuchar los audios que grabé con dos poemas, uno de
Mario Benedetti y otro de Octavio Paz o podés leerlos, te van a ayudar a crear.
“Lluvia”
La lluvia está cansada de llover
yo cansado de verla en mi ventana
es como si lavara las promesas
y el goce de vivir y la esperanza.
La lluvia que acribilla los silencios
es un telón sin tiempo y sin
colores y a tal punto oscurece los espacios
que puede confundirse con la noche.
Ojalá que el sagrado manantial
aburrido suspenda el manso riego
y gracias a la brisa nos fuguemos
a la espera del próximo aguacero
lo extraño es que no solo llueve afuera
otra lluvia enigmática y sin agua
nos toma de sorpresa
y de sorpresa llueve en el corazón
llueve en el alma.
Descripción
topográfica
Los árboles se retuercen, se
doblan, se yerguen de nuevo con gran estruendo y se estiran como si quisiesen
desarraigarse y huir. No, no ceden. Dolor de raíces y follajes rotos, feroz
tenacidad vegetal no menos poderosa que la de los animales y los hombres. Si
estos árboles se echasen a andar, destruirían a todo lo que se opusiese a su
paso. Prefieren quedarse donde están: no tienen sangre, ni nervios sino savia y
en lugar de la colera y el miedo, los habita una obstinación silenciosa. Los
animales huyen o atacan, los árboles se quedan clavados en su sitio. Paciencia:
heroísmo.
Disfrutalo… y espero leerte¡¡
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