Taller de teatro de 4to nivel turno tarde viernes 12/6

Buenas!!!!! en esta ocasión les invito  a participar de una actividad para que participemos en la primer peña virtual de la escuela. consiste en contar el cuento "La carga" en forma de personaje y luego con cada video recibido se editará  y contaremos el cuento entre todxs. Pueden participar solxs, con familiares o quien deseen contar el cuento. Les esperamos y mandamos mucho cariño!!!!Adjunto el cuento para que puedan leer abrazoss pd: les chicxs de los talleres de clown también estan invitados a participar de esta actividad!!!!!Milagros

La carga

José Luis Aguirre

No hallaba manera alguna de caminar con semejante carga. Para colmo el rancho de ña Sebastiana era el más retirado del paraje. Le hubiera gustado deshacerse un rato del bulto y sentarse a rumiar un tallo a la vera del senderito, pero era imposible pues el peso no lo abandonaba ni siquiera cuando se tiraba en el catre. Se le entreveraba en los sueños entorpecía su diaria labor. Por eso rumbeaba a lo de ña Sebastiana, a ver si se lo extirpaba de cuajo. Encima, flor de disgusto se tragaba cuando pasando por algún caserío debía saludar. Nadie parecía notar la voluminosa carga que acarreaba.

cómo anda Abelito? Pa donde se anda yendo?

Pa´ lo de ña Sebastiana, que ando con un peso en el pecho

Se lo ve más flaco Abelito, que le vaya lindo, ta luego

Ta lue

Había que tener coraje para soportar tamaña carga y no entregarse a la muerte. El viento de la montaña parecía saberlo y hacía rato le venia buscando las pisadas, se le aparecía de golpe en los desfiladeros más peligrosos y en la pampa llana se cansó de volarle el sombrero. A veces se le prendía en el fardo y lo zamarreaba como una hormiguita por su hoja. 

Después de una larga travesía, cuando las chuncas ya no le daban más a causa de la pesadumbre y la terrible contienda con el viento; llegó a lo de ña Sebastiana. Ni bien lo vio entrar, y como diagnosticando una herida mortal, le dijo:

m´ hijo ¿cómo puede andar sufriendo así?

Vea doñita, pensé que era algo pasajero nomá, y mire usted como se ha criado. ¿qué puedo tomá a ver si se me pasa?

La doña esbozó un gesto que andaba entre la ternura y la compasión:

-Mire mocito, -exclamó con una sonrisa- pa´ estos males no hay yuyo que valga…. Mejor váyase hasta una cumbre bien alta y deje que el viento lo atraviese, si es pena de andar queriendo nomá ruegue a ver si el se lo apropia. Pero sepa: hay cosas tan arraigadas, como el verdadero querer, que ni el mismísimo viento de Achala se las puede llevar.